Desde los años 60 en España se ha producido un cambio sustancial de los paisajes agrarios. Se ha producido una homogeneización y simplificación de paisajes agrarios. Parcelas de mayor tamaño y disminución de variedad de cultivos. Convirtiéndose muchos paisajes en monocultivos.
Esta agricultura industrializada es más propensa a la propagación de plagas, lo que hace que los agricultores utilicen más cantidad de productos fitosanitarios químicos para la prevención o el combate de plagas. Esto ha llevado a una pérdida de biodiversidad en algunos casos alarmante.
La contaminación de suelos, acuíferos, la generación excesiva de residuos, la desforestación, contaminación atmosférica con aumento de CO2 y la emisión de gases de efecto invernadero producidas por la actividad humana, industrial, movilidad…son causas del calentamiento global y cambio climático.
Para revertir esta situación y conseguir unas explotaciones más sostenibles se pueden tomar muchas medidas. Enumeramos algunas:
- Potenciar la biodiversidad en los paisajes agrarios y forestales mediante el incremento de vegetación refugio: desde setos, linderos o ribazos, matorrales, árboles y arbustos, charcas y bebederos, que actuarán como auténticos reservorios de fauna auxiliar depredadora de plagas.
- Potenciar fauna depredadora, desde insectos a aves insectívoras, aves rapaces, murciélagos y erizos…
- Implantar buenas prácticas de explotación entre las que se encuentran reducción y/o eliminación de insecticidas y herbicidas químicos que pueden ser tan efectivos contra las plagas como contra las especies depredadoras de plagas. Uso razonable de fertilizantes, preferentemente naturales.
- Crear reservas u almacenes para especies útiles: potenciar la importancia a linderos, y especies de árboles y arbustos, matorrales y vegetación marginal.
- Potenciar paisajes más heterogéneos, alternando cultivos en el mismo paisaje y rotación de cultivos.
- Uso de Nuevas técnicas que son respetuosas con la flora y fauna como por ejemplo el uso de feromonas, extractos de vegetales y productos sin residuos.
- Tratando de crear las condiciones idóneas para potenciar especies autóctonas que puedan combatir las posibles plagas.
- implantando técnicas de cultivo utilizando recursos como depredadores o insectos parásitos, con sustancias bioquímicas, feromonas y microorganismos beneficiosos.
En definitiva intentar conseguir ecosistemas con un equilibrio biológico que permita su autorregulación. Entendiendo equilibrio biológico como el umbral admisible por debajo del cual no hay que hacer ninguna actuación, porque no supone riesgo fatal para el desarrollo de los cultivos y porque económicamente es rentable.
Es decir conseguir una agricultura y silvicultura sostenible con un nivel de plagas aceptable ayudándose del control biológico de plagas.
Para evitar llegar a este estadio de plaga intentaremos potenciar que las interrelaciones entre especies se controlen de forma natural, potenciando especies útiles que impidan en crecimiento excesivo de especies perjudiciales para así conseguir una autorregulación de forma natural.
Sintetizando, en la regulación biológica de plagas utilizamos enemigos naturales para mantener o reducir una especie susceptible de convertirse en plaga, sosteniéndola en un umbral aceptable tanto biológico para el desarrollo de los cultivos como económico.
Hay especies capaces de controlar las plagas, nosotros nos centraremos en como potenciar la fauna útil colocando nuestras cajas nido que les facilitan la nidificación y protección que no encuentran en los campos de cultivo o en las masas forestales.